domingo, 18 de março de 2007
Latência de sangue nas pálpebras: Biedma
IDILIO EN EL CAFÉ
Ahora me pregunto si es que toda la vida
hemos estado aquí. Pongo, ahora mismo,
la mano ante los ojos -qué latido
de la sangre en los párpados- y el vello
inmenso se confunde, silencioso,
a la mirada. Pesan las pestañas.
No sé bien de qué hablo. ¿Quiénes son,
rostros vagos nadando como en un agua pálida,
éstos aquí sentados, con nosotros vivientes?
La tarde nos empuja a ciertos bares
o entre cansados hombres en pijama.
Ven. Salgamos fuera. La noche. Queda espacio
arriba, más arriba, mucho más que las luces
que iluminan a ráfagas tus ojos agrandados.
Queda también silencio entre nosotros,
silencio
y este beso igual que un largo túnel.
Jaime Gil de Biedma
IDÍLIO NUM CAFÉ
Agora me pergunto se por toda a vida
temos ficado aqui. Ponho, agora mesmo,
a mão sobre os olhos –que latência
de sangue nas pálbebras –e a felpa
imensa se confunde, silenciosa,
à vista. As pestanas pensam.
Não sei bem do que falo. Quem são,
rostos vagos nadando como em água pálida,
estes sentados aqui, conosco viventes?
A tarde nos empurra a certos bares
Ou entre cansados homens de pijama.
Vem. Vamos para fora. A noite. Falta espaço
acima, mais acima, muito além das luzes
que iluminam a lufadas teus olhos avultados,
queda também silêncio entre nós,
silêncio,
e este beijo igual a um longo túnel.
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